Seguros de salud sin copago

Un seguro de salud sin copago es aquel en el que pagas una prima fija mensual o anual y no tienes que abonar ningún importe adicional cada vez que utilizas el servicio médico. Es decir, puedes acudir al médico, hacerte pruebas o ingresar en un hospital sin pagar más de lo acordado en tu póliza.

La principal diferencia está en el modelo de pago. En los seguros con copago, el cliente paga una cantidad pequeña (copago) cada vez que usa el servicio. En los seguros sin copago, no hay pagos adicionales por acto médico: todo está cubierto con la prima mensual. El sin copago ofrece mayor previsibilidad del gasto y suele estar pensado para quienes usan el seguro con frecuencia.

Este tipo de póliza es ideal para quienes acuden al médico varias veces al año, prefieren pagar siempre lo mismo, sin sorpresas, tienen hijos o personas a su cargo, o buscan una cobertura completa sin preocuparse por cada visita o prueba. En cambio, si apenas usas el seguro médico, uno con copago puede resultar más económico.

Depende de la compañía y del nivel de póliza, pero las más habituales son medicina general y especialidades, pruebas diagnósticas y analíticas, hospitalización y cirugía, urgencias nacionales e internacionales, medicina preventiva y revisiones periódicas, además de acceso a medicina digital (videoconsultas, recetas online, etc.).

Los seguros sin copago permiten acceder al cuadro médico concertado de la aseguradora, que suele incluir miles de centros y profesionales. Algunas pólizas también ofrecen reembolso, con lo que puedes elegir libremente el médico y recuperar parte del gasto.

Sí, normalmente existen periodos de carencia (tiempo durante el cual no puedes usar ciertas coberturas) para servicios como hospitalización, partos o intervenciones quirúrgicas. La duración de estas carencias varía según la aseguradora, es importante consultarlas en las condiciones generales de cada compañía.

Depende del seguro, pero muchas pólizas incluyen cobertura de urgencias médicas en el extranjero, con un límite económico determinado. Es importante revisarlo antes de viajar.

Sí, es posible. Solo tienes que solicitar el cambio a tu aseguradora o comparador antes del vencimiento de tu póliza actual. A veces implica una revisión de primas o nuevas carencias, por lo que conviene hacerlo con antelación.