Seguros de coche a terceros con lunas y robo

Seguro de coche con lunas y robo

A la hora de contratar un seguro para tu coche, debes tener presente que el seguro a terceros básico no te brinda determinadas coberturas que pueden resultar a la postre de gran importancia, tales como el robo o la rotura de lunas.

Es por ello que resulta más que aconsejable completar tu seguro de coche a terceros con al menos estas dos garantías adicionales. La póliza te supondrá algo más de precio, pero a cambio de ello, tu coche no estará desprotegido en caso de robo o de una posible rotura en los cristales.

¿Qué es un seguro de coche a terceros con lunas y qué cubre?

Un seguro de coche a terceros con lunas te brinda una protección completa en caso de rotura de los cristales de tu vehículo. Esta protección comprende tanto la luna delantera (parabrisas), como la luna trasera y las ventanillas laterales.

Al contar con esta garantía, la aseguradora asume los gastos que conlleve la sustitución de la luna rota por una nueva, incluida también la mano de obra. También se incluye la reparación de la luna en caso de pequeños impactos, aunque no llegue a ser necesario el cambio de cristal.

Posibles exclusiones del seguro de terceros con lunas

Es importante que revises las limitaciones que tu compañía de seguros pueda establecer en el caso de que tengas contratado un seguro de coche a terceros con lunas. Una de las más frecuentes es la referida al techo solar, ya que este cristal no suele ser considerado como luna por ciertas aseguradoras y, por tanto, quedaría excluido de las coberturas de la póliza. También suelen quedar excluidas del seguro básico con lunas la rotura de los retrovisores y de los faros del vehículo.

¿Qué cubre el seguro de coche a terceros con robo?

La cobertura de robo dentro de un seguro de coche protege tanto en caso de robo como de hurto del vehículo asegurado. También te protege en relación con los daños que tu coche pueda sufrir en los supuestos de tentativa de robo, como por ejemplo los daños al intentar los ladrones forzar la cerradura.

La cobertura de robo te garantiza una determinada indemnización en caso de sustracción de tu vehículo. Como norma general, las compañías suelen ofrecer como indemnización el valor a nuevo del coche durante el primer o los dos primeros años de antigüedad. Pasado ese tiempo, la indemnización ofrecida acostumbra a ser la correspondiente al valor venal del vehículo; es decir, su valor de venta en el momento de producirse la sustracción.

¿Cuándo resulta aconsejable contratar un seguro de coche a terceros con lunas y robo?

La contratación de las garantías adicionales de lunas y robo en un seguro de coche resulta más o menos esencial en función del tipo de coche que tengas, del uso más o menos intensivo que hagas de él y del nivel de seguridad del que dispongas a efectos de evitar robos o daños.

Cuanto más nuevo sea tu coche, más recomendable será que lo protejas con este tipo de garantías adicionales. Resultará asimismo aconsejable si haces uso de tu vehículo con bastante frecuencia o si lo tienes estacionado generalmente en la calle. En cambio, si tu coche tiene ya más de cinco años de antigüedad, apenas lo usas y duerme habitualmente en un garaje, quizá no te resulte rentable pagar una cantidad extra en tu prima por gozar de estas coberturas.

¿Es muy caro asegurar las lunas?

A efectos de la prima, la diferencia entre suscribir un seguro de coche básico y un seguro a terceros con lunas no suele ser muy grande. De hecho, contratar o no esta cobertura puede significar una diferencia en la prima anual de entre 20 y 60 euros como máximo. De ahí que casi siempre merezca la pena contratar esta garantía adicional.

Póliza consorciable: un beneficio adicional de contratar la cobertura de lunas

La contratación de la cobertura de lunas en un seguro de coches a terceros te permite además contar con la cobertura del Consorcio de Compensación de Seguros. Esta cobertura te ofrece protección en el supuesto de que tu coche resulte dañado como consecuencia de riesgos extraordinarios. En este sentido, se consideran así los daños causados por fenómenos naturales, por actos terroristas o en caso de intervención de las Fuerzas Armadas.

A los efectos de este tipo de cobertura, se entenderán por fenómenos naturales aquellos que puedan ocasionar consecuencias catastróficas. Se incluyen en esta categoría los terremotos, maremotos, inundaciones, tempestades, erupciones volcánicas y las caídas de meteoritos o aerolitos.

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