¿El seguro médico cubre enfermedades preexistentes?

Las enfermedades preexistentes están cubiertas por el seguro de salud

Contar con un seguro médico privado es la opción ideal para proteger la salud, ya que permite acceder a servicios médicos de calidad de forma rápida y cómoda. Pero, en ocasiones, puede darse la circunstancia de que una persona padezca ya una enfermedad. Es entonces cuando surgen diferentes preguntas: ¿Es posible contratar un seguro de salud en esa situación? ¿La aseguradora cubrirá las consultas o tratamientos relacionados con dicha enfermedad? Este es un tema que genera muchas dudas, especialmente en personas con afecciones crónicas o que han sido diagnosticadas recientemente.

¿Qué es la preexistencia en los seguros de salud?

La preexistencia en un seguro médico hace referencia a aquellas enfermedades, patologías o lesiones que tiene una persona antes de contratar una póliza. Esto puede incluir enfermedades crónicas como por ejemplo la diabetes, la hipertensión, el asma o las enfermedades cardíacas. En términos generales, cualquier condición médica que haya sido diagnosticada o tratada antes de la fecha de inicio del seguro puede considerarse preexistente, incluso si el paciente ya está estabilizado o no requiere tratamiento activo en ese momento.

¿Puedo contratar un seguro médico con una enfermedad preexistente?

Generalmente, los seguros de salud no cubren las enfermedades preexistentes. Esto quiere decir que la persona no podrá acceder a la cobertura o, en caso de poder asegurarse, podrían no quedar cubiertos los gastos relacionados con esa enfermedad o patología. En otras palabras, el seguro puede excluir específicamente cualquier asistencia médica relacionada con esa condición ya conocida. No obstante, algunas aseguradoras pueden ofrecer pólizas o coberturas específicas para ciertas afecciones médicas diagnosticadas antes de la contratación, aunque esto no es la norma y suele implicar un coste más elevado.

Además, en algunos casos, la aseguradora puede ofrecer una cobertura parcial, por ejemplo, cubrir visitas médicas o pruebas diagnósticas, pero no tratamientos quirúrgicos o hospitalizaciones relacionadas con la enfermedad preexistente. También es posible que, en lugar de una exclusión permanente, se establezca un periodo de carencia más largo para esas patologías. Todo dependerá de la política de la aseguradora, la modalidad de seguro, la gravedad de la enfermedad y la evaluación médica del solicitante.

Ejemplos de enfermedades preexistentes

Es importante que antes de contratar una póliza compruebes que la compañía aseguradora va a cubrir tu patología. Existen enfermedades que son consideradas como preexistentes por las aseguradoras y, en caso de tener alguna, hay que informar a la aseguradora. Aquí te mostramos un listado con algunas de ellas:

  • Cáncer
  • VIH
  • Lupus
  • Epilepsia
  • Diabetes
  • Enfermedades Pulmonares Obstructivas Crónicas (EPOC), como el asma.
  • Insuficiencia cardiaca, renal o hepática (crónicas)
  • Esclerosis múltiple
  • Paraplejia o cuadriplejia
  • Enfermedades o trastornos mentales (esquizofrenia, bipolaridad, depresión, autismo…)
  • Enfermedades neurodegenerativas (Parkinson y Alzheimer)
  • Etc.

Este tipo de enfermedades suelen ser objeto de exclusión o de primas significativamente más altas, ya que implican un riesgo financiero mayor para la aseguradora.

La importancia del cuestionario médico al contratar un seguro

Antes de contratar un seguro, tendrás que rellenar un cuestionario de salud. Es aquí donde deberás indicar las enfermedades que te hayan diagnosticado, así como otras lesiones, tratamientos en curso, antecedentes quirúrgicos o cualquier información relevante sobre tu historial médico. Es importante que seas sincero a la hora de declarar tus preexistencias para que la aseguradora pueda conocer y valorar tu situación médica de forma justa.

Al respecto, cabe destacar que es obligatorio decir la verdad en el cuestionario. No declarar una enfermedad preexistente en el seguro médico puede traerte consecuencias legales y, además, provocar que la aseguradora rechace cubrir los gastos relacionados con esa condición o incluso anule el contrato por omisión de información. Las compañías utilizan este cuestionario como base para calcular el riesgo y decidir si aceptan la contratación, si aplican exclusiones, o si ofrecen la cobertura con condiciones especiales.

¿Existen alternativas para personas con preexistencias?

Aunque los seguros médicos tradicionales suelen excluir enfermedades preexistentes, existen productos alternativos en el mercado. Algunas compañías ofrecen seguros con coberturas limitadas, especialmente diseñadas para personas con antecedentes médicos complejos. También hay seguros de reembolso o de asistencia primaria que pueden ofrecer cierta cobertura, aunque con costes más altos. Otra opción es recurrir a seguros colectivos (por ejemplo, a través de asociaciones o empresas), que en ocasiones son menos restrictivos en cuanto a preexistencias.

¿Qué riesgos se corren al no declarar una enfermedad preexistente?

No declarar una enfermedad preexistente o proporcionar información incorrecta durante la contratación del seguro puede tener consecuencias muy graves. Además de la posible anulación del seguro, las compañías pueden exigir la devolución de las indemnizaciones pagadas en caso de que descubran que se ocultó información relevante. Esto puede dejar al asegurado sin protección en momentos críticos y con elevados costes médicos a su cargo.

Por otro lado, la ocultación deliberada también puede acarrear consecuencias legales, como denuncias por fraude o incumplimiento contractual, dependiendo de la legislación del país. Por eso es fundamental ser transparente y consultar siempre con la aseguradora o un asesor especializado si existen dudas sobre qué declarar o cómo hacerlo.

¿Cómo afectan las enfermedades preexistentes a la prima del seguro?

Cuando una aseguradora acepta cubrir una enfermedad preexistente, suele hacerlo bajo condiciones especiales, que generalmente implican una prima más alta. Esto se debe a que el riesgo de que el asegurado requiera atención médica relacionada con esa enfermedad es mayor, lo que representa un coste adicional para la compañía.

El aumento en la prima puede ser significativo, y es posible que la aseguradora aplique un periodo de carencia antes de cubrir la enfermedad preexistente, durante el cual no se admitirán reclamaciones relacionadas con esa condición. Por ello, es recomendable comparar varias opciones y valorar si el coste adicional justifica la contratación.

Recomendaciones para quienes tienen enfermedades preexistentes y buscan seguro

Si tienes una enfermedad preexistente y buscas un seguro médico, lo ideal es consultar con varias aseguradoras para conocer sus políticas específicas. Es aconsejable solicitar un asesoramiento personalizado que tenga en cuenta tu historial médico para encontrar la opción más adecuada y asequible.

Además, existen corredores de seguros especializados en casos complejos que pueden ayudarte a negociar mejores condiciones y a entender las exclusiones o limitaciones de cada póliza.

Por último, es importante revisar periódicamente la póliza y mantener actualizada la información médica, ya que tu situación puede cambiar con el tiempo, y también las condiciones del mercado asegurador.

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